viernes, 3 de enero de 2014

Reencuentro

Tu risa era la esperanza que iluminaba mi destino, la magia que alimentaba mi ser. Tu perfume embriagador irradiaba mis sentidos. En tus abrazos encontré alivio y paz. Me dieron fortaleza, luz, bien. Tus ojos me guiaron y me enseñaron a ver el camino, aún en aquellos tiempos en los que me encontraba solo y encerrado en la oscuridad. Es difícil vivir sin tu calor. 

Aún así, seguiré navegando sin rumbo, sin horizontes, hacia un mundo incierto, en el que no te tengo, pero te siento.

Quizás me digan que tengo que olvidarte, enterrarte en mis recuerdos, pero las semillas que sembraste en mi alma florecerán por siempre. En otras palabras (y rindiendo homenaje a un gran luchador como lo es Gustavo Cerati), "desde que te amé, nadie más borró tu cicatriz en mí". 

Todo viaje es incierto, puedo asegurarte que la vida nos dará una nueva oportunidad para revivir nuestro amor.

Levanto mi copa y brindo por ese reencuentro, que se, que como todo en la vida, algún día llegará. 

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