viernes, 30 de noviembre de 2018

La Insignificancia del Tiempo

Atraídos por el encanto nocturno, habíamos dejado que la oscuridad nos invadiera sin piedad.
Ya no podíamos distinguir las expresiones en nuestros rostros. Con una compasión y una
torpeza inhumana deslizo sus dedos por mi antebrazo y repetía susurrando que ahora es
nunca. Consideraba que el tiempo era insignificante y argumentaba vagamente que el pasar
del tiempo era irrelevante para aquellos que desean arreglar los problemas del pasado. Sus
yemas dibujaban círculos concéntricos que acrecentaban en tamaño y fervor. Atine a
sumergirme en la profundidad de su pelo, sin embargo me fundí en el dulce anonimato de sus
labios. Una guitarra ajena desnudaba íntimamente los acordes de Luna Tucumana, los cuales
supieron acoplarse al ritmo excelso de sus palabras. En ese momento pude distinguir, entre la
oscura distorsión, sus ojos color café. Le propuse detener el tiempo y sellar el instante para
transformarlo en eterno.

- ¿Finalmente pudieron transformar ese instante?
- Sinceramente aun no recuerdo cuando tome su vida.

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