domingo, 1 de mayo de 2016

Aroma

Te miro, con la mano izquierda me tapo el ojo derecho y todavia te miro, y por azar del destino, seguis siendo la misma que vi hace un momento.
Sonreis y jugas el juego, que acabamos de inventar.
Tus labios son certeros y me dibujan palabras en el viento que me transportan a un jardin, a un paisaje, al caos de tus milagros.
Puedo ver mas alla, mas alla del roce de nuestros cuerpos, la distante fugacidad de un fuego eterno que fundido en los recuerdos ilumina el magico temor que nos complementa.
Los parpados te vencen, la verdadera excelencia de tus vibrantes movimientos se debe cándido sopor que te adormece.
El juego aun no acaba, te negas a perder, competís, pero es que el cansancio no te da pie a seguir el ritmo. Son lentas tus maniobras, como lenta es la sonrisa que me regalas en este instante.
Me encadeno a tus labios y no me aparto. No concibo esta absurda existencia sin ellos. Son el nectar de mi estúpida complacencia.
Quiero sumergirme en tu abismo, y mas que sumergirme quisiera perderme en todo tu esplendor, esconderme en el anonimato de tus piernas, extenderme por el largo de tus cabellos y descansar eternamente en la insolencia de tus caderas.
Es que sos hermosa desde la punta del pie hasta el fin de tu alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario