domingo, 24 de agosto de 2014

En Estereo

Iba subiendo las escaleras eléctricas, cuando de pronto al llegar al siguiente estadio pudo observar su esbelta figura, ella era pálida, casi azul, como debe ser el espíritu de la noche, su hermosa capa de terciopelo negro volaba adornando su figura impresionante, y su maravillosa cabellera de azabache, destellaba reflejos del sol, en sus lentes se pudo ver y noto no estar a la altura de semejante belleza, volaba encantando sobrenaturalmente todo con sus movimientos y de pronto el espacio entre ambos se acortaba, al chocar sus miradas, el cayó en su poder, perdiéndose en la inmensidad de la miel de sus ojos.

Sin sentirlo, de pronto se dio cuenta que estaba postrado, sin ningún esfuerzo tomó delicadamente la irresistible mano derecha de su amada, depositando un beso apasionado y aspirando su suave esencia. Todo lo que necesitaba recordar era que la amaba mas que a nada en este mundo.

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