sábado, 28 de diciembre de 2013

La suerte siempre se juega las cartas del amor. Uno sale al balcon tratando de olvidar, esperando por horas la fatalidad, ya no hay que masticar. Solo una decepcionante hambruna. ¿Que aullido nos depara el destino?
Si nuestro futuro es un tipo imberbe, criticando desde la caja idiota. Mientras el consume la Mejor, nosotros nos peleamos por las pseudo-pepas del Gran Arquetipo, que es lisa y llanamente el que protege y aguarda por la paz, ese monito calenturiento, ese que bajo del arbol y vio llover napalm. Y hoy esta tirado en la plancha de alguna Morgue Judicial. Con el frio que eso provoca, todo por desobedecer al que no se nombra.

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